Acabó La Feria Nacional del Libro
en Potosí y tal parece acabó en un mar
desértico a simple mirada. No todo ha
cambiado, las papas, cebollas, chuños y otros menesteres siguen en la memoria
de quienes han visitado la Feria, una feria donde
quedó estancada en feria
pueblerina, en feria china y ahora todo es silencio en el Salón. Nadie levanta
la basura de lo que quedó, en otrora “Feria Nacional del Libro”, entre
comillas, Feria provincial del libro.
¿Qué habrá sido las idas ferias
del ayer, donde se tenía que crear La Cámara del Libro?, ¿Qué habrá sido de los
muchachos del comité de la Feria del Libro?...ampáranos divinidad de las
divinidades.
Me imagino, mi mente se imagina,
como todos los años debió ser tarea obligada para X funcionario público de la
Gobernación armar la Feria, sino chau, ratapún adiós pega
Esperemos al año nomás, para que siga igual, con toldos feos, mesas y sillas prestadas, un afichillo
por obligación, un librillo para saber cocinar pollo, unas cuantas
presentaciones para llenar el acontecimiento fenomenal, unas pipocas para ver
un videíto, seguimos en lo mismo, con el sueño de algún día tener una Feria
Internacional del libro, con el provincialismo que se acostumbra en esta ciudad,
mejor dicho Villa Imperial de Potosí de Carlos V.- N.Van J.