lunes, 29 de abril de 2019

LA HISTORIA DE MIS LIBROS



Sabido está  por demás decirlo – copiando la afirmación de alguien – que en Potosí no vas a encontrar nada que valga pena leer, a más de una buena cantidad de libros de auto ayuda en los puestos de libros y otros que ni llaman la atención para un espíritu de difícil gusto literario, no quiero hacerme a los lindos, un espíritu de  gusto refinado como yo.

Potosí se ha convertido en el trasero literario de Bolivia, con grupos literarios o como se los llama hoy, colectivos literarios pero de todo, queriendo revivir el pasado colonial o la grandeza literaria de antes. Digo el trasero literario, porque no has de encontrar en Potosí una buena librería que tengan buenos libros. Mi abuelo me contaba que había antes en Potosí buenas librerías que importaban libros de buena lectura y ahora qué tenemos, puestos callejeros que ni venden libros originales.

Mucha gente me pregunta en el Facebook: ¿Cómo consigues los libros que compartes? Algunos me piden por prestado, al cual les digo un NO como respuesta, basta una sola vez para no volver a repetir la historia de antes, porque alguna vez fui tan bueno en prestar y no me lo devolvieron porque la persona que me lo tenía que devolver se me murió, por desgracia mía mi ex.

Ahora dando vueltas con el pensamiento estos comentarios a pluma veloz, yo recuerdo que mis primeros libros propios, solo de mí, fueron en primer lugar el libro de lectura “Alborada”, porque tuve que aprender a leer a través de aquel libro, el libro del A B C de entonces. El segundo libro fue un Diccionario, el Iter Sopena, para corregir mis primeros errores y los de ahora. Finalmente el tercer libro por orden de llegada fue una biblia, para saber que Dios existe y Jesús murió por nosotros, historia que ahora lo dudo; pero como dice alguien, el magnífico pintor peruano Luis Palao-: “No creo en Dios, pero cuando veo a alguien caer, digo oh Dios!!”.

Pero siempre tuve libros a la mano, siempre en casa contábamos con un buen número de libros. Un día mi abuelo llegó a Casa con una bolsa grande de color celeste, olor a antigüedad, un olor muy peculiar, todos en casa queríamos saber que contenía la bolsa y la sorpresa mañanera llegó, libros!!! La bolsa celeste, de un olor muy peculiar tuvo que ser libros, para tener ese olor a antigüedad, a hoja antigua, a letras de molde añejo, tapas con olor a polvo, para ser libros. Gran sorpresa fue también que mis primeras lecturas serias fueron esos libros, novelas de Alejandro Dumas. Tolstoi, Víctor Hugo, F. Dostoievski y otras de  Ediciones TOR de la Argentina. Como también varios libros de la Editorial POTOSÍ, que a partir de los años cincuenta fue una de las más importantes en Bolivia.

Un día cuando yo me “chaché” del colegio por la mañana, caminando por los arrabales de la ciudad de Potosí, ingenio Velarde, por aquellos lados, me encontré una caja llena de libros, claro usados, de buena lectura, novelas, poemarios que alguien los tiró pensando que no servían, pero hasta ahora a mí me sirven.

Ahora que estoy viviendo en la ciudad de El Alto – La Paz – Bolivia, todo los domingos tengo que ir de feria a la 16, de compras, a comprar libros usados por la riel, claro tengo gustos difíciles, pero logro hallar buenos libros, de literatura o de historia.

Don Venancio es uno de mis competencias, a veces él llega primero, él no me conoce pero todos le conocen como rescatista, siempre anda con una bolsa nayllón en busca de buenos libros, tiene una melena que le llega hasta los hombros, pareciera que fuese de los malos chicos por su personalidad, siempre viste de negro, pero de tanto merodear por ahí creo que ya me conoce, aunque se hace a los locos.

Otro de los típicos personajes que busca libros por la 16, es Don Saturnino, pero no lo hace por revender sino lo hace por simple lectura, su personalidad a simple vista pareciera que tuviese ni un centavo para almorzar, sin embargo siempre busca buenos libros, especialmente los de literatura, siempre anda con un abrigo a cuadros y una mochila roja, con un gorro negro a la usanza del Ché.

Otro típico personaje, pero que representa a la elite de los libreros de buena sepa, es Alexis Arguello que siempre merodea por la 16 en busca de buenos libros para su librería, tiene una editorial llamada Sobras Selectas que ya tiene varios libros publicados.

Debe haber otros personajes típicos que merodean por la 16, anónimos como yo o como Don Venancio o Don Saturnino, en busca de buenos libros por la riel o por algún lugar del teleférico,  pero todos los caminos van por la Feria de la 16, de la ciudad de El Alto.­- N Van J