Acaba de finalizar la Feria
Nacional del Libro en Potosí en sus lamentables y escasos cuatro días sin bombo y menos chillar de platillos
para que se haga sentir en todo lo que se denomina impacto cultural.
Últimamente en estos años,
desde sus inicios, esta feria solo se puede denominar Feria, pero feria
pueblerina de llamas, ovejas y chivas locas, amén de las cosas que no puedo
mencionar ahora. Para empezar, en sus primeros años se mostraba que iba a tener
un desarrollo productivo para los autores locales, editoriales y otras cosillas
que se tejían. Empezó bien pero ahora sigue siendo lo que fue, encasillada y lo
repito en una Feria Pueblerina…Para el colmo de los colmos no hubo la promoción
respectiva yse planificó la fecha
demasiado mal, en un mes vísperas al feriado de Día de los Difuntos, en donde
todos piensan en rezar y pedir masas pero menos en comprar libros.
Será necesario que esta
feria del libro primero, se organice a la cabeza de una Cámara del Libro, como
lo que siempre se pensó, pero nunca tuvo esta idea su práctica por parte de los
protagonistas locales, como la Sociedad de Escritores – Filial Potosí, Sociedad
Geográfica de Potosí, los Clubes del Libros y otras semejantes o inclinadas a
la literatura.
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