Les confieso, que el Estado de Bolivia,
actualmente Estado Pluri, o sea Estado Plurinacional de Bolivia, nunca me
regaló nada en mi vida, nunca me regaló un empleo que me sintiera orgulloso de mis huesos o sea
nunca me regaló nada. Mas al contrario este Estado Pluri, siempre me pidió de
todo, servicio militar, aunque no tuve la mala suerte de perder un instante de mi vida en esos servicios y
servir a los oficiales, declaración de impuestos facturas, multas,
notificaciones y un sin fín de cosas. Pero
nunca me imaginé que un día, me regalara la colección completa de 15 novelas
fundamentales de Bolivia, publicado por el Ministerio de Culturas, un sueño que
sólo soñaba para mis cumpleaños, en vez de los acostumbradas medias, pañuelos o
los ceniceros que nunca los utilizo porque eso de estar fumando no encuentro el
asunto por el cual uno fuma, prefiero tomar un buen vino y saber que tarde o
temprano conseguiré su efecto, el mareo interior.
Hablemos ahora de las 15 novelas
fundamentales de Bolivia, aunque algunas
no deberían figurar en la colección por no ser novelas. Me refiero a la “Historia
de la Villa Imperial de Potosí”(Selección),de Bartolomé Arzáns de Orsúa y Vela,
“El Loco”(Selección),de Arturo Borda, la primera dentro del campo
historiográfico y la segunda dentro del campo de las memorias. “El Otro Gallo”,
de Jorge Suárez se acomoda al género literario del cuento , cuento largo.
Tampoco debería estar en la
edición, novelas como “Intimas”, de Adela Zamudio; “La Virgen de las Siete
Calles”, de Alfredo Flores; “Tirinea”, de Jesús Urzagaste; y “El run run de la
Calavera”, de Ramón Rocha Monroy, porque no los considero yo fundamentales. Como
aquellas que son y se incluyen en la colección: “Juan de La Rosa”, de Nataniel
Aguirre; “Raza de Bronce”, de Alcides Arguedas; “Aluvión de Fuego”, de Oscar
Cerruto; “La Chaskañawi”,de Carlos Medinaceli; ”Matías el Apóstol Suplente”, de
Julio de la Vega; “Felipe Delgado”, de Jaime Sáenz; y “Jonás y la Ballena Rosada”,
de Wolfango Montes Vannuci, aunque estoy dudando de esta última.
Los grandes olvidados resultaron
ser el Chueco Céspedes, con “Metal del Diablo” y Néstor Taboada Terán con “Manchaypuytu”.
De los contemporáneos podemos citar aunque me crean de idiota a Adolfo Cárdenas con “Periférica Boulevard”,
Juan de Recacoechea con “American Visa”, Gonzalo Lema, Edmundo Paz Soldán y
tantos que todavía no me vienen a la cabeza, resultando ser del mismo nivel
literario que Jesús Urzagaste y Ramón Rocha Monroy, una Gula al Picaflor. No
olvidemos también a los potosinos Roberto Leytón con “Aguafuertes” y Renato Prada Oropeza con “Los Fundadores del
Alba”, dos novelas de distintos decenios, pero importantes que podrían competir
con un run run o una Tirinea. Yo podría dar mi versión de las 15 novelas
fundamentales como otras personas más, aunque yo daría sólo 10.
En vez de “Tirinea” de Jesús
Urzagasti, hubiera estado “En el País del Silencio” o en vez del run run
hubiera estado “Potosí 1600”. Debe ser la locura del Editor general Mauricio
Souza Crespo y los capos del Comité editorial que deberían leer y consultar un
poquito más. De todas maneras, a libros regalados, no se los ve ni las hojas.-
N Van J.
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