sábado, 10 de enero de 2015

SITUACIONES DE VIEJO ARRUETA

COSTILLA DE ADÁN
SITUACIONES DE  VIEJO ARRUETA

Hace poco estuvimos nuevamente en Sucre en compañía de mi colega pintor Edgar Zamora, para poder saber otra vez más, la movida pictórica de los pintores locales, lo cual se comprobó lo de siempre y es mejor no dar rienda suelta al tema. El tema es otro, aunque no fue planeado desde su inicio.

Luego de visitar algunos atractivos  turísticos de Sucre, nos sentamos los dos a descansar al medio día en la Plaza Principal y recordamos entre otras cosas, la vez primera que estuvimos juntos en Sucre, pero con el único propósito de visitar a otro pintor, a René Arrueta. No sabíamos la dirección del “Maestro”, aunque este título se fue esfumando de a poco. Enseguida Zamora llamó a otro pintor muy amigo de él y conocido mío, el maestro Humberto Erquicia, luego de los acostumbrados apretones de manos y bienvenidas de ambos lados muy cerca al Templo de San Francisco, fuimos los tres a visitar a René Arrueta a su domicilio ubicado a un costado del centro de la ciudad. Los tres estuvimos muy contentos, parecíamos jovenzuelos como lo que pasó en su momento con Denis, Bernard y otros pintores que peregrinaron para visitar al viejo Cézanne en Paris. Pero todo pareció al contrario de las cosas, el viejo Arrueta no nos recibió bien, con palabras de grueso calibre se excusó de la peregrinación en honor a él. Después del incidente, Zamora tuvo que regalar los libros a Humberto Erquicia que había llevado especialmente para el viejo Arrueta y tuvimos que volver a Potosí, sin contar la penuria que significó en ir y venir en día de paro y bloqueo durante todo el viaje con una serie de transbordos entre una y otra flota.

Esta situación abre ahora mismo otras situaciones con relación al viejo Arrueta. Hablando de modo general recordemos “Situaciones” ,un libro importante en la producción de Arrueta, donde el paisaje no lo ve como paisaje tal, al contrario habla de un paisaje pictórico.

En otra situación habla de la persona que entra a una exposición pictórica y sale pensando qué comerá mañana, sin saber que tuvo la oportunidad de comer alimento espiritual para el alma.

Estas dos situaciones me abrieron el camino para seguir caminando en los caminos polvorientos del arte. Yo ya sabía que el viejo Arrueta era poco entrado a las conversaciones pos humanas y era hombre de pocas pulgas hablando de forma no sustancial. Pero como era el más joven del grupo, tuve que acompañarlos en la peregrinación.

Este recuerdo es un inconveniente  en la vida del viejo Arrueta, el pintor de las composiciones de difícil penetración lógica. Su pintura se mueve sobre situaciones compositivas donde todo es clave, signo, símbolo, semiología pura. Es una cosmovisión que gira en torno al saber qué elegir entre lo real y lo irreal.


Me pesa mucho por encima de todo, que el viejo Arrueta morirá solo con sus ideas que deberían abrir paso a otras y de esta manera brindarnos más de su saber y conocimiento. Un punto menos a los de su generación, junto a Loayza, Quintana y otros pintores potosinos que  nacieron después de la revolución del 52 en Potosí.- N Van J.

No hay comentarios:

Publicar un comentario