“Del Tiempo de la Muerte”, un libro con sabor
existencialista y de poca accesibilidad en su forma original, hallado en 5 Bs. en
la Feria de la 16 de la ciudad de El Alto – La Paz.
Nada menos Edmundo Camargo,
una de las figuras claves dentro de los actuales poetas, especialmente los
poetas paceños y cochabambinos, influidos dentro de esta corriente, junto a
Jaime Sáenz otro existencialista de diferente nivel en agua.
El poemario por no decir
menos, recorre una línea conductora, en imágenes, símbolos y signos, poco
comunes para entonces. Todo lo mencionado se abre en un ritmo gradual, notas
fuertes, marchas desenfrenadas, todo un espectáculo musical, no importa el
lugar, el ambiente…muy fuerte, demasiado fuerte para el oído común, en pocas
palabras es una percusión que suena demasiado fuerte.
Denso y denso según Juan
Quiroz. También Edmundo Camargo es uno
de los porta estandartes de la poesía surrealista en Bolivia junto a
Gustavo Medinaceli. Que más se puede decir, libro póstumo, aparecido en 1964,
unos meses después de la muerte de Camargo, gracias al poeta Jorge Suárez.
Para muestra un botón como
dice la canción, pero un poema no habitual en su larga lista de enredaderas existencialistas:
Canción
Me
echaré de cara a la tierra
el
cielo está habitado
más
vale que el árbol
disperse
mi corazón como una flauta
en
fin que el trigo se acenize en mi boca
el
cielo está habitado.
En
mis tibias el aire ulula
el
estanque se mueve tras mis pasos
el
agua marcha sobre sus patas
la
piedra se abre como una oreja
maquinaria
bien aceitada
gira
sus átomos
los
pájaros no fueron hechos para cantar
gusto
su peso en las ramas
sus
metales chirriantes
que
la lluvia lima y corroe.
La
oreja contra la tierra
descubrirá
un mediodía de hace diez siglos
el
ojo llora ceniza
la
miel de un nombre se cuela a las encías
busco
un sueño con las manos
bajo
un cielo habitado
maduro
como la poma a punto de caer
vale
más caer de pecho a la tierra
dejar
crecer la piedra en los bolsillos
y
que una bestia un día
nos
endulce los huesos con su lengua
cálida
como un sol sin movimiento.
El
gato duerme bajo el párpado
un
enmohecido gallo de veleta.
Costilla
de Adán.
8
de mayo de 2017.
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