viernes, 31 de mayo de 2019



LA PROSTITUCIÓN DEL ARTE PARA EL BIEN DEL ARTISTA


Hace un par de días se puso en la carpeta de las críticas, sobre un busto elaborado por un artista desconocido hasta ahora, para dar realce a una actividad de índole político para enarbolar el color azul, en la entrega de un colegio que lleva el nombre del actual Vicepresidente de Bolivia García Linera.

Lo del acto pasa y el pueblo olvida como siempre las historias de cada gobierno de turno y lo de la escultura del artista desconocido también será un instante fugaz en este ambiente de las críticas y criticuliras.

Lo que está en debate es, si el artista debe prostituir su trabajo y no todo es dinero en la vida, afirmación muy romántica cuando se abre la realidad de los artistas a hora de comer o alimentar a su familia.

Grandes artistas han prostituido su trabajo. Para no ir lejos, hablando de Bolivia, Mamani Mamani tuvo que realizar murales en unos edificios de la ciudad de El Alto para obtener montos económicos y pagar a sus ayudantes que eran también artistas. Gastón Ugarte tuvo que hacer prendedores de recuerdo con el logotipo del Mar y así otros ejemplos se pueden dar en estas épocas cuando el color de la prostitución es de un color azul. El mismo Ricardo Pérez Alcalá tuvo que hacer el monumental monumento en el Ilo durante el Gobierno de Paz Zamora y con esa plata se compró una casa.

 ¿Acaso nosotros no nos prostituimos cuando vamos con nuestro mejor rostro pintado y vestimenta, a las galerías de la Zona Sud dejando nuestras obras para que la vendan? Que alguien lance la primera piedra si se siente libre del pecado, porque todos fuimos prostitutos a la hora de las necesidades económicas. Hicimos murales en el actual Palacio de Gobierno, hicimos otros en favor de los municipios con color de algún partido político. Entonces, no seamos hipócritas a la hora de decir la verdad.

Yo me volvería a prostituir si debo primero alimentar a mi familia, porque el trabajo no denigra a nadie y por consiguiente es trabajo artístico cuando uno lo realiza, sea cualquier la temática.

Los estómagos de los más cercanos no esperan y no son romanticones para decir palabras cuando no hay un pedazo de pan para comer. ¡Que viva la prostitución cuando uno tiene que comer y alimentar a la familia!, porque también las prostitutas  trabajan por sus hijos.- N Van J.

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