domingo, 5 de marzo de 2023

LO PRIMITIVO EN LA CERÁMICA DE MÓNICA RAMÍREZ SIRVAS


EXTRACTO DE UN FUTURO LIBRO

 


AMOR DE MUJER, título que le pone la autora a esta exposición, Museo Costumbrista Juan de Vargas, del 3 de marzo al 3 de abril, son formas primitivas que se enlazan por sus sombras, por el color  de sus superficies cóncavas, profundas, enraizadas en su valor de simplificación de su lenguaje.

 

Son varios los elementos simbólicos que aluden a una lectura sorpresiva, vista desde una primera luz. La textura, con lo que mentalmente uno puede percibir, el reducido color de la tierra, en ocres, naranjas, patinados, y si sobrevolamos desde arriba, me recuerda a las esculturas, en algunas veces, encontradas dentro de la tierra, que renacen para volver a vivir dentro de un espacio contemplativo.

 


Sus sombras se difuminan a través de esas líneas, en la gran mayoría de las veces, curvas, retorcidas, tan salvajes de un carácter vegetal, en la forma de algunas hojas, que van hacia arriba y otras hacia abajo. Contraste que ocasionalmente, crea una sensación alegórica. Obviamente esto, tiene un carácter decorativo, que se separa de su forma principal, de su bulto, desde un punto de vista de su cuerpo astral.

 

Otras veces, ese primitivismo es una masa concisa, pesada, de un solo bloque. Hay obras que nos invita a transportarnos a un curvilirismo artesanal, modelado, tan simple y placentero, que descansa todo el peso del cuerpo en algo liviano, sometido a una forma irregular, con escasas sombras,  vigilan discretamente como si fueran ojos imaginarios.

 

También hay formas voluptuosas, son lacerantes figuras, que representan denotadamente gastadas, usadas y maltratadas, desde la otra vereda, para hacernos ver otra lectura de la imagen como tal.

 

Esto es todo lo que se percibe, lo primitivo en la cerámica de Mónica Ramírez Sirvas.- Nelson Van Jaliri

 

Nelson Van Jaliri, entre otros libros, es autor de cinco libros de crítica literaria y de arte, algunos de ellos: “Charlas Alrededor de un Café Capuchino. De escribanos y escritores” (Crítica Literaria), año 2009; “Las Artes Plásticas en la Ciudad de El Alto (Resumen histórico y Crítico), año 2020; y su último libro CRÍTICA DE LA RAZÓN IMPURA, año 2022. Actualmente realiza un diplomado de forma virtual en Perú, sobre crítica del arte.

 

domingo, 12 de febrero de 2023

POESÍA EN EL HORIZONTE MELANCÓLICO DE GUIDO QUISPE PILLCO

 

EXTRACTO DE UN FUTURO LIBRO

 

                                                   Primeras Luces de Invierno 

En estos tiempos, donde la técnica de la acuarela se pone de moda, en especial Cochabamba y La Paz, existe en el horizonte de las veladuras, un artista que se sobre pone al común de sus similares, no por la personalidad que refleja él y claro está en estas líneas no nos importa, la parte pictórica es sobre todo la más importante.

 

Guido Quispe Pillco, nos hace ver en su muestra pictórica, con el título de Horizontes, en la Galería de la Alianza Francesa de la ciudad de La Paz, unas acuarelas muy singulares en su acabado.

 

Sus veladuras son muestras de ese espíritu cargado de agua, sobre todo tan melancólico en su carácter paisajístico. Son obras hecha poesía, un lenguaje que nos habla de soledades, envueltas en una atmosfera llena de pasión y fuerza.

 

Sus celajes contractan con la tierra húmeda, raíz y sal, piedra sobre piedra, elementos tan sencillos y fundamentales, para poder comprender su espacio envolvente. Estos celajes caen, se precipitan en el fondo de sus aguas estancadas, en el fondo de esos cerros anaranjados y lilas, como es el caso de Condoriri, Primeras Luces de Invierno y Vigilante.

 

                                                                    Vigilante

Algunos motivos son tan simples, que no necesita muchos elementos para causar impresión. Vamos Horizontes es una acuarela que habla por sí sola, se acomoda al lenguaje del artista, se inscribe en una simbología no tan cargada, pero causa sensaciones internas, dentro del alma del espectador, una poesía tan horizontal, sencilla, quietud y calma.

 

Otras acuarelas nos muestran movimientos espirituales, tejas que vuelan con el tiempo. Lento, lentitud, asombro de la naturaleza y salpicada con esas pinceladas, tan precisas en sus manchas, contrastadas, cargadas y transparentes.

 

La acuarela de Guido Quispe Pillco, es una poesía melancólica, que hace mover en el micro – cosmos del espacio, pequeñas fórmulas, células, que solo el pensamiento descifra. Aunque debo confesar, que no todos los pensamientos son capaces de advertirlo, como sentí en ese momento.- Nelson Van Jaliri

 

                                                            Vamos horizontes


Nelson Van Jaliri, entre otros libros, es autor de cinco libros de crítica literaria y de arte, algunos de ellos: “Charlas Alrededor de un Café Capuchino. De escribanos y escritores” (Crítica Literaria), año 2009; “Las Artes Plásticas en la Ciudad de El Alto (Resumen histórico y Crítico), año 2020; y su último libro CRÍTICA DE LA RAZÓN IMPURA, año 2022. Actualmente realiza un diplomado de forma virtual en Perú, sobre crítica del arte.

martes, 31 de enero de 2023

FACUNDO VÁSQUEZ, UNA METÁFORA DE LA VIDA

EXTRACTO DE UN FUTURO LIBRO

Facundo Vásquez es una metáfora de la vida. Sus esculturas son una forma de pensar e interpretar sobre el paisaje superficial de la piedra, en sus distintas formas, líneas y simbologías, que dan paso a la simplificación de sus temas, sobre todo de sus raíces tan vernaculares.

 

La exposición, vista con ojos de culturas ancestrales, en el Museo Nacional de Arte, con el título de Cantos de Vida en Piedra, son cantos tan silenciosos y minuciosos, que simplemente se los puede escuchar, con la apreciación de tales formas.

 

Dichas formas, se apegan a una cosmovisión de su entorno, al apego de tradiciones y sobre todo a una línea tan meticulosa, curva, recta, tan fina en su trazo. Aunque en algunos casos hay un tosco pensamiento que se adhiere a esas líneas, sin embargo contrasta, en la estética de su espacio.

 

Son sus pensamientos tan seguros al captar también la sombra, aunque debo confesar con seguridad, que la curaduría del museo, no le hace justicia en muchos casos, debe ser por el espacio o la desordenada puesta en montaje de las obras. Sin embargo, he tratado de ver sus mensajes, de interpretar el conjunto de la exposición y claro está, esas sombras me dan el valor suficiente de decir, sin atajos personales, que la obra en piedra de Facundo Vásquez, tiene un valor sobrenatural y estético.

 

Comprendo entonces, que este devenir de su obra, capta sensaciones que trasunta en el interior de nuestros pensamientos. He caminado por la desordenada curaduría de la exposición. Me he zambullido en esa selva de piedras, que se alzan en monolítica metáfora, un lenguaje distinto que está en pro de su mejora. Ya el tiempo y sobre todo trabajo contante, dirá la última palabra.

 

Falta claro está, en innovar en otras formas, pero ahí está, todavía hay piedra por explotar, golpe a golpe tendrá que hacerlo. Ir a otras canteras de la escultura y no quedarse estancado.

 

Me quedo con algunas obras, como ya dije, la desordenada curaduría de la exposición no le hace justicia, pero algunas obras son Pajarillo, Ave Andina y tres obras más S/T, estos últimos crean una interrogante. Algunas de las obras no tienen título y esto obedece que es necesario bautizarlos. Un error que cometen todos los artistas, a la hora de elegir un título y piensan que poner S/T, ya se salvaron de su error.- Nelson Van Jaliri.

 

Nelson Van Jaliri, entre otros libros, es autor de cinco libros de crítica literaria y de arte, algunos de ellos: “Charlas Alrededor de un Café Capuchino. De escribanos y escritores” (Crítica Literaria), año 2009; “Las Artes Plásticas en la Ciudad de El Alto (Resumen histórico y Crítico), año 2020; y su último libro CRÍTICA DE LA RAZÓN IMPURA, año 2022. Actualmente realiza un diplomado de forma virtual en Perú, sobre crítica del arte. 

lunes, 30 de enero de 2023

GUTO AJAYU, EL GURÚ DE LAS SÁBANAS VIEJAS

 


EXTRACTO DE UN FUTURO LIBRO

 

Debo confesar mi señora de las mil décadas, con derecho a voz y voto, que la línea vertical seguida por Guto Ajayu, en la exposición QALLTA, es insuficiente para apadrinarla con una ridiculilla crítica o simple comentario a vuelo veloz. Pero mi voz cortante, conciencia enlatada, debe hacerlo.

 

Al entrar en la exposición en el Museo Nacional de Arte, mentalmente quedé sorprendido y me dije: "iVaya, Donatello entre las fieras!" ("Donatello au milieu des Fauves") y pedí a Dios que haga llegar una ambulancia, para poderme llevar a mi niño interior. En realidad a simple flechazo comprendí que esto no era lo mío y tampoco era Donatello.

 

Teóricamente toda la exposición está muy bien enfocada en su aspecto simbólico, pero como toda exposición carece de técnica, trabajo y presentación. Por más que la obra tenga ese carácter conceptual, debe tener también sobre todo lo dicho, algo que valga la pena exponer.

 

Mi abuelo Ludovico decía, que el que tiene plata hasta puede exponer en la China. La afirmación le da el sentido cabal de su pensamiento, aunque para poder exponer es necesario tener una boquita de miel, que pueda entrar el ají de forma agridulce a la curatoría de algún museo. Es el caso del Museo Nacional de Arte, quizás no tuvo el valor necesario para decir, prohibido fieras, salid vosotros de este conventillo de las artes. Aquí se expone singani destilado de buena factura. Vosotros estáis chavales, vayan a exponer a las iglesias, que ahí todo vale, las oraciones y pequeñas limosnas. Genial.

 

De todas las exposiciones que he visto en mi pequeño recorrido de kilometraje, esta debe ser la peor. Teóricamente como ya dije cien puntos, de forma pictórica le doy dos. He visto obras mejor enmarcadas de Guto Ajayu en otras exposiciones, pero esta exposición, cualquiera podría hacerla. Simplemente hay que coger o reunir varias sábanas de casa y dibujarlas con cualquier marcador algunos monigotes, listo ya tenemos una exposición. Ya podemos exponer en el Museo Nacional de Arte, vino de honor y unas bonitas palabras de su Director. Hablemos entonces del porqué uno critica mal, si acaso no hay material para hacerlo, a través de estas líneas.

 

Por otro lado, debí empezar por el texto curatorial, al entrar a la exposición. "iVaya, Donatello entre las fieras!", soy entonces un conejillo entre las piernas de mi tía Encarnación, que me cuenta cuentos del tío, para creerla cualquier cosa, donde dice: “…nos invita a sumergirnos en un universo mental”. Yo digo que nos invita a no hacer eso, perder el tiempo en chiquilladas, como decía un colega mío, en pajas mentales. Que averigüe Vargas, si eso es necesario para el bien de nuestra humanidad. Para el bien de nosotros, los inmortales, de la brocha gorda, que vivimos para el arte y no se vive del arte, porque el ambiente boliviano es eso, seguir machucando sobre lo machucado.

 

Entonces decimos, para acabar esto, para ser artista a veces no es necesario llamar la atención con cualquier cosa, tener padrino o una bonita cara curricular. El trabajo bueno, si vale la pena, eso es lo que vale en este trayecto.- Nelson Van Jaliri.

 

Nota.- Gurú desde un punto de vista del aforismo, es el que dice mucho, pero no lo manifiesta a través de su obra.

 

Nelson Van Jaliri, entre otros libros, es autor de cinco libros de crítica literaria y de arte, algunos de ellos: “Charlas Alrededor de un Café Capuchino. De escribanos y escritores” (Crítica Literaria), año 2009; “Las Artes Plásticas en la Ciudad de El Alto (Resumen histórico y Crítico), año 2020; y su último libro CRÍTICA DE LA RAZÓN IMPURA, año 2022. Actualmente realiza un diplomado de forma virtual en Perú, sobre crítica del arte.