Todas las ferias
internacionales del libro como de La Paz y las otras tienen algo en común, ser
completamente lucrativas, hacen lo posible para ser económicamente rentables.
Cobran de todo, sin embargo
tienen derecho a serlo. Los visitantes a la feria también tienen derecho a
comprar lo que quieran.
Esto me hace pensar que es
mejor ir al lugar de origen para comprar un libro X. Es más caro en la feria
que en el lugar de donde salió.
El Cuervo, Nuevo Milenio, 3600,
Tata Danzanti y otras entre comillas editoriales independientes, no tienen nada
de independientes, son más elitistas que las grandes editoras en Bolivia, cada
una maneja un grupo muy de su agrado de escritores. Incluso los de la Hierba
Mala Cartonera entraron en ese plan elitista.
Nuestros escritores de
ESCRIBO, como todos los años relegados “en un lugar alejado y casi extraviado
de la FIL, pero se llega; ahí están los constructores de libros” – dice mi buen
amigo Gonzalo Llanos.
País invitado México, no hay
nada de bueno en sus libros, no hay nada de sus escritores, a lo mucho Octavio
Paz, escritor de la burguesía mexicana.
No sé, no se me ocurre ni
una salchicha aquí para comérmela con gusto. Debe ser que me quedé petrificado
como siempre por los precios, el día que fui gratis a la inauguración. Me
cuesta mucho ponerme el calcetín a la hora de poner la mano en el bolsillo.
Un nuevo recorrido fugaz pero con mi plata,
pero ya no gratis, espero que salga con los ojos iluminados, con un libro nuevo
para leer.- N Van J
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