sábado, 17 de agosto de 2019

TEMPLE Exposición de Pintura y Escultura



Ingresando al calor de las dudas irremediables, fuimos a la Casa de la Cultura de la ciudad de La Paz, para observar la exposición conformada por cuatro pintores y cuatro escultores, jóvenes la mayoría y por algún motivo conocidos míos.

Temple, una palabra que puede indicar todo, algo templado, pero la palabra temple también puede significar dureza o en algunos casos elasticidad en su forma de concebir sus creaciones estéticas, pero en algunos casos ya vista en otras exposiciones. Lo importante es la visión que los une para esta exposición, la dureza de su técnica.

Adda Donato, Gabriela Pimentel, Edgar García y Leo Calisaya, los genios de la pintura. Roxana Usnayo, Esmeralda Méndez, Fernando Chumacero y Raúl Alvarado los hacedores de la tridimensionalidad.

De la Adda se ha dicho de todo y de nada De la trilogía del maestro Ricardo Pérez Alcalá, Rosmery y Rina, me quedo con ella, para descifrar sus secretos que cada vez más buscan la experimentación; pero las obras expuestas en esta exposición al igual que de los otros expositores, han salido del polvo o de algún rincón olvidado para llenar esta exposición.

La Pimentel es más templado como su carácter, suave y delicado en cada pincelada que maneja, en un conjunto armonioso, tonos ocres, verdes, disonantes azules, que enredan luz dentro de la oscuridad y convertirse en una nebulosa que inspira un alegado profundo dentro del ambiente.

Edgar García me inspira su color, un color azul, que juega con el verde. Su acuarela es muy singular, no muy común dentro de los acuarelistas cochabambinos. Su paleta ha demostrado que todos los caminos se unen, se juntan, hablan, conversan, dialogan y dan soluciones dentro de esos toques esfumosos que hilvanan una unidad total.

Leo Calisaya es el maestro de la acuarela contemporánea, experimenta, con cada una de sus formas, pero su discurso también es netamente dentro del ambiente paceño, una temática local demostrada en cada una de sus obras. Su color ha demostrado que la línea de la frontera y su país, se encuentra en solucionar problemas muy alejados de lo que actualmente es la acuarela en Bolivia.

Chumacero y Méndez Gutiérrez siguen su discurso estético. Hay un amaneramiento con su obra, repiten temas que explican un carácter comercial por su aspecto sentimental en el caso de Méndez Gutiérrez y por el otro lado, para Chumacero, de sus vacíos escultóricos, hasta que no se hablante técnicamente, nunca podrá salir de esas formas, porque su carácter es hasta hoy muy repetitivo.

No es el caso de Usnayo y Alvarado que acentúan en cada instante sus formas tridimensionales. Demuestran futuros discursos que pueden calar dentro del arte boliviano. Pero deben seguir cada uno, esa línea imaginaria que todavía no ha demostrado magnitud.

No dudo de las palabras del maestro Alberto Medina Mendieta, por su comentario dentro del catálogo de la exposición. Respeto su palabra, como Maestro, con mayúsculas, pero no todo es echar mistura para luego el viento se lo lleve. “La emulación en arte, es positiva, da lugar al perfeccionamiento sobre todo del oficio y por qué no también de las ideas y principios que animen a la creación” – dice el Maestro. Pero si lo hacemos a vuelo fugaz, no vale la pena.- N Van J.


No hay comentarios:

Publicar un comentario