A
vuelo veloz. Trote lento:
Todas
las formas se enredan en la noche, toda la oscuridad se simplifica en el tiempo
que media la puesta y la salida del Sol
a través de lanas, amarres, una tras una se unifican para comprender su mensaje
oculto. Es la obra de Wilfredo Gutiérrez Cutile, una interpretación del pasado,
del color oculto de esas lanas, de esos ovillos tan simples pero traen su
destino a través de cada una de esas obras, que se sobreponen a una línea muy
particular para decir, que los caminos, se pueden unir a través de otros
materiales. La piedra es un elemento muy importante para comprender ese mensaje
oculto, un ovillo con una piedra puede decir muchas cosas, pero una piedra
ensamblada con un ovillo, transmite un ensayo tan seguro como lo que es una
obra de arte.
Su
temperamento demuestra a través de su obra, que todavía es joven, que todavía
puede asimilar otras experimentaciones. Otras mejoras en su discurso. Las obras
que cuelgan en las paredes de la exposición, por ejemplo deberían estar en otros
soportes más estables, la presentación de esas obras resta demasiado mérito
para comprender esos símbolos, esos amarres entrelazados que forman figuras, que formas poéticas
diferentes a través de esos colores.
Ya
el tiempo formulará otro camino a su paso, otro devenir para comprender la
presentación de su obra. Porque la obra de arte debe quedar en el tiempo, debe
quedar para la contemplación de las generaciones venideras. Es el destino de la
obra de arte.- N Van J.
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