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Anoche
el color rojo estuvo de moda, vísperas al 7 de mayo, día del Pichincha, colegio
centenario de Potosí. Muchos petardos y globos aerostáticos iluminaron la noche
potosina.
Sobre
todo el rojo es mi color favorito y no lo digo por haber estado en aquel
colegio, no soy pichincheño a morir, soy uno de otra especie, más suave de lo
que uno cree.
El
rojo es un color tan bonito que implica pasión. Es una coloración por encima
del negro según mi pensamiento. El rojo es más fuerte que el color negro,
aunque el negro viene primero en la muerte, pero el rojo es un color antesala a
la muerte o de una determinada muerte. El rojo se percibe primero con la mirada
e impacta según la ocasión, por violencia dada las circunstancias o por un amor
bonito según el tiempo.
En
la escala cromática, el rojo posee un valor regularme alejado del azul, pero es
cercano al amarillo, el frío con el cálido no se llevan bien. Dos colores
cálidos se unen, se complementan y viven su unión cromática. Por eso el naranja
es un ser viviente de estos dos colores. Pero el rojo, diría que es el macho
alfa y el amarillo es la hembra que brilla a su lado.
Si
hablamos más con relación rojo vivo, de este término se desprende varios rojos.
El rojo no es el único rojo, pero es rojo. Puede ser un rojo rojizo, de forma
común o un rojo bermellón de forma académica. Sin embargo, la conocemos más por
un color rojizo, mientras en otros ámbitos, el color de la sangre era colorado
y encarnado. Rojo también es el color de la sangre, rojo natural y rojo común.
Dentro
de esta percepción del color rojo, hay varios acercamientos a sinonimias, como
punzó, pero es más complejo para nosotros los mortales.
Para
mi hermano que es pintor, su paleta se mueve a través de la mezcla del cian,
magenta y amarillo se obtienen los secundarios rojo, verde y azul, y por
mezclas sucesivas todos los demás colores. Cosa de pintores.
Nosotros
que casi no sabemos nada, los mortales, el rojo siempre será un color primario y
hasta ahí llegará nuestra cultura general. Lo demás es pura teoría que no nos
sirve.
El
rojo lo encontramos en la naturaleza, en todo. Para mí simplemente es y será,
pasión sobrehumana, sobre todas las cosas inhabitadas, habitadas dentro de aquellas cosas que no lo
son.
Rojo
se simplifica, en los ojos rojos del miedo, a tener que morir algún día, quizás
mañana o quizás nunca. Es algo unido a nosotros, pero de algo hay que morir. Por
todo ello, rojo en un color que tiene mucho significado para mí. Mejor que el
rojo simple aniversario, 7 de mayo, ni, no es nada.
Qué
mejor manera de cumplir un 7 de mayo, sin ver las calles cubiertas de orín, por
el desfile nocturno de todos los años del Colegio Nacional Pichincha. Sin contar
la gran borrachera que se dan estos chavales hasta que las velas no arden y ver
algunos pichincheños de corazón, tirados en las esquinas o portadas de las
iglesias de Potosí.
Qué
mala fama ver por la prensa local, pintarrajeados las paredes de la Casa de la
Moneda por estos vándalos del Pichincha. Todo como siempre, la palabra vendida,
llamar la atención. ¿Con qué fin, con qué razón o circunstancia? Tampoco ellos
lo sabrán o no están listos para leer estas líneas.
Espero
que a mí no me llamen la atención por esto. Es un total vandalismo; pero las
cosas se han dado así.
NOTA BREVE: Hoy
me quedé sin periódico.
El
reporte de ayer es como sigue:
Santa Cruz 1.160
La Paz 260
Cochabamba 82
Oruro 113
Potosí 35
Pando 12
Tarija 6
Beni 212
Chuquisaca 6
Total: 1.886
Cuídate.
Coronavirus anda por las calles de Potosí. Detrás de esa persona, alguien
vestido de muñeco que remeda a un Coronavirus. Buen meme.
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