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Cuando
uno observa las calles, ve que no son las mismas de ayer. Tienen un olor
deshabitado de su entorno, de sus aceras, de sus puertas, ventanas y otros
elementos íntimos que uno percibe personalmente. Resulta que las calles, tienen
su propia historia, pero ellas nada más lo saben, lo viven, a veces lo
presagian.
Es
este caminar por la calles, uno con todo se encontraba antes de esta
Cuarentena, amigos, vecinos, gente que no conocías, un olor a moho, un olor a
lluvia, a tierra, a calor, a frío por el invierno, nevado, diferentes
sensaciones que no se limitaban dentro de tu espacio, un espacio que iba o
andaba.
Ahora
todo eso ya es un recuerdo, podías caminar libremente, sin miedo. Ahora caminas
pensando que a la vuelta de la esquina, sin darte cuenta, encontrarás la muerte
después de 15 días. Uno camina rápido, inseguro, pensativo, con el papelito en
la mano, a veces sin poder encontrar lo que querías.
Las
calles son diferentes en cualquier época, cuando uno vive su época, vive porque
las calles fueron en algún tiempo, una etapa de vida. Tú podías ser el rey de
la calle, el hombre de la calle, pero sin embargo solo el ego interior, te
decía eso.
Las
calles ahora son calles, simplemente calles, desde tu ventana ves y simplemente
son como tales. Tu propia calle, es la línea que caminas dentro de tu cuarto.
Puedes salir al exterior, pero lo único que haces es hacer un corto viaje al
fondo del baño, a la calurosa esquina de tu cocina o simplemente viajas soñando
encima de tu cama.
Cuando
llegas a una silla, ves que eres tú, eres el hombre de la calle, pero tu ego se
rebaja porque ya no pisas la calle, pisas la línea imaginaria de una calle,
dentro de un frío cuarto y frío se pondrá más en invierno, queda un mes y algo
para ser invierno.
Por
eso salir a la calle es gratificante, des- estresante, te olvidas a veces del
trabajo, de la comida, y de todo, según
el grado de felicidad o de tristeza. Pero ahora las calles ya no son las mismas
de ayer, se ven solidarias, frías por donde uno observa. Los únicos que se
pasean son los perros en su mayoría y los gatos de vez en cuando, huyendo de
sus amigos que son los perros.
A
veces me pongo a pensar, que salir a la calles es necesario, antes no pensaba
eso, pero ahora que lo pienso, digo que salir a la calle es ser libre.
Mañana
las calles olerán a muerte, ahora las calles todavía no tienen ese olor a
muerte y espero que no llegue, convertirse la calle tan triste, como es la
noche.
El
reporte de ayer es como sigue:
Santa Cruz 693
La Paz 221
Cochabamba 80
Oruro 107
Potosí 26
Pando 12
Tarija 3
Beni 83
Chuquisaca 4
Total: 1.229
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